A sólo 20 min en carro del centro de Penang, se encuentra Kek Lok Si, el templo budista más grande de Malasia. Este templo que data del siglo XIX, está sobre una colina llamada Air Itam desde donde se puede observar la ciudad de Georgetown y sus alrededores. El templo llamado Kek Lok Si o templo de la Felicidad, es uno de esos lugares que no te podés perder en la isla.
Este templo, en el que se mezclan los estilos de budismo Theravada y Mahayana, es un importante punto de oración y de peregrinación para los budistas. Theravada hace referencia a la rama del budismo preponderante en el Sudeste Asiático. Mahayana es entonces rama del budismo preponderante en el Este de Asia.
Mi visita al templo Kek Lok Si
Desde la parte baja de la colina, pudimos vislumbrar el templo gigante que se alzaba imponente sobre la cima. Un tumulto de edificaciones nos prohibía entender la manera de acceder a la puerta principal. Al llegar a la entrada baja del templo, recorrimos las callecitas que atravesaban el mercado. Decenas de puestos de souvenirs abrumaban a los pocos turistas que visitábamos el templo ese día.
El mercado, ascendente sobre la colina, nos abrigaba como un túnel de toldos llenos de camisetas de “I love Penang” y llaveros con letras en chino. Las gradas iban serpenteando la colina y voces desde los toldos nos invitaban a comprar todo tipo de baratijas. Es de esos lugares en los que podrías pasar la mitad del día solamente observando los productos ofrecidos por lo que mejor nos apuramos para llegar al templo antes de que lo cerraran.
El templo nos recibió con un primer jardín. En este se encontraba una réplica pequeña de la pagoda, varias estatuas de buda, un estanque con tortugas y diferentes especies de plantas tropicales. Continuamos nuestro ascenso hasta un portal con letras en chino que daba la bienvenida a otro pequeño jardín.
En este segundo jardín pudimos apreciar los huertos que cuidan los monjes que allí viven.
Frente a este jardín, un templo recibía a los feligreses que llegaban con sus peticiones delante de Buda. Algunos creyentes se arrodillaban e inclinaban con fe frente al altar, con sus manos juntas en señal de devoción. El sonido del gong retumbaba en las paredes de la sala creando una atmósfera solemne.
Al lado de las puertas de madera del altar colgaban papeles con los deseos de los visitantes. Se podían leer desde súplicas por la salud de un ser querido hasta súplicas para que una pareja tuviera hijos. Algunos feligreses llegaban aún a esas horas de la tarde con sus papelillos listos para ser colgados. Los palitos de donde pendían los papeles de múltiples colores estaban abarrotados. Me pregunto si en algún momento los monjes cambiarán los palitos y qué harán con todos los papeles, ¿leerán las peticiones?
Los monjes deambulaban por el templo limpiando los altares y cerciorándose que todo estuviera en orden. Dentro del templo sólo escuchábamos los pasos de los monjes y de los visitantes y el retumbo del gong. Acompañados del sonido del gong, continuamos nuestro recorrido por el templo hasta la pagoda de los Diez Mil Budas.
La Pagoda de los Diez Mil Budas
Con sólo poner un pie dentro de la pagoda comprendí por qué esta pagoda es el principal atractivo del templo. Conforme íbamos ascendiendo, miles de estatuas de Buda de diferentes materiales y tamaños nos saludaban desde las paredes. En total diez mil figuras de Buda conforman esta pagoda que une armoniosamente el budismo de Mahayana y de Theravada.
El diseño de esta pagoda es una base octagonal china, una hilera central de diseño tailandés para terminar con una corona birmana, uniendo así las diferentes ramas budistas de la región. Cada imagen decorativa está hecha con mucho esmero, cuidando cada detalle. Gradas grandes o escaleras estrechas nos fueron guiando en nuestra visita a las diferentes salas con Budas. Al llegar al último piso pudimos apreciar Penang desde la colina que se perdía en el borde del mar.
Un sonido un poco más estrepitoso del gong nos indicó que ya era hora de volver abajo, el templo estaba a punto de ser cerrado. En esto los monjes son bastante estrictos y no permiten que nadie quede ni un minutos más de la hora permitida. Nos apuramos en bajar las escaleras, primero de la pagoda, luego del templo y luego del mercado. Este último trayecto no era necesario hacerlo con rapidez, pero el hambre y el encontrar todos los puestos cerrados, nos motivó a hacerlo.
¿Cómo llegar a Kek Lok Si desde Penang?
Para llegar al templo podés tomar un taxi o un Grab (algo así como un Uber) desde el centro de la ciudad hasta su entrada por los mercados. Si preferís usar transporte público los buses 201, 203 y 204 llegan al templo también. El trayecto en bus tarda aproximadamente 1 hora y media. Y si sos de los que prefieren caminar y observar la ciudad tardarás unas dos horas recorriendo el centro de la ciudad, la zona intermedia de Georgetown y la colina.
La entrada a la Pagoda es de 3 RM (aproximadamente $0.75 USD). Cada pasaje de bus ronda los 2 RM (aproximadamente $0.5 USD).
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